El Silmarillion a la mexicana.

Para todo aquél que haya leído alguna vez la obra de John Roald Reuel Tolkien “The Silmarillion” se les hará muy conocida la trama de la historia. En resumen, un Rey de Númënor decide que debe avasallar a Sauron, un servidor de Melkor que se ha alzado como el representante de La Sombra en la Tierra Media, al Este de Välinor; para éste fin, se aproxima a los dominios de Sauron y lo emplaza a rendirle pleitesía y homenaje, olvidando sus planes para el dominio de la Tierra Media. Sauron realiza una evaluación de sus fuerzas y con horror se da cuenta que no ganaría una guerra frontal contra los Hombres y Elfos aliados en su contra, ni siquiera con la ayuda de los Grandes Dragones a su servicio.

… y decide que es mejor rendirse ante Númënor y ser cautivo dentro de la corte del Rey. Pero aviesamente comienza a socavar la autoridad del Rey, a ganar adeptos entre los habitantes de Númënor y añadirlos a su causa; excepto a quienes han decidido libremente seguir siendo amigos de los Elfos y fieles a Ilúvatar, el Creador de La Luz y de Todo lo que Nos Rodea.

Pasa un número grande de años hasta que Sauron logra construir una torre en donde se realizan sacrificios y así prolongar la vida de los númënoreanos, que a pesar de tener vidas muy largas, desean más y mejor a costa de lo que sea. Tal actitud provoca la ira de los Valar y de Ilúvatar y decide destruir la Tierra de Númënor y al mal que encarna Sauron. La tierra alrededor de la torre maldita se hunde, el mar se traga las tierras de Númënor, todo es caos y destrucción, a la que sobrevive Sauron en forma de espíritu oscuro para regresar a sus dominios a recobrar fuerzas y plantear nuevamente el dominio de los Hombres y la Tierra Media.

Tristemente, lo mismo está pasando con mi amado México, al que una sombra de ira, rencor, desobediencia, terquedad y violencia amenaza desde hace 12 años. Sí, saben a quién me refiero, al “Tiranito de Macuspana”, a Manuel Andrés López Obrador. Con su actitud de niño rebelde de cinco años, sin siquiera haberse emitido UN SÓLO VOTO a favor o en contra de nadie, ya está cacareando que se “gesta un fraude electoral”, por que ya se dió cuenta que ésta elección la perderá (nuevamente) y prepara una nueva “guerrita civil” para justificar su derrota ignominiosa, caiga quien caiga y le guste a quien le guste. Prepara a sus orcos (a los inútiles aspirantes que no alcanzaron lugar en las universidades públicas, precisamente por su bajo rendimiento escolar), a sus wargos (las huestes agrupadas en su dizque “movimiento” de regeneración nacional) y a sus Grandes Dragones (recientemente salió a la luz una componenda que realiza Dolores Padierna y René Bejarano para obtener préstamos de bancos en México, destinados a “financiar la victoria de AMLO” y que terminaremos pagando con NUESTROS impuestos todos los mexicanos); solamente pido a mis amigos, lectores, allegados y admiradores eventuales que no se dejen deslumbrar. Ése hombre jamás sería un buen Presidente para nuestro México querido.

 

Dedicado a mi hermosa comadre Guadalupe Ordorica y a su simpático marido Arturo, que cada vez se ríen como enajenados de mis locuras.

Comentarios

  1. POs mientras son peras o Josefinas... yo no voy a votar por el copetes mendez... así que no insistas joven ;)

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  2. Que me digan ignorante, prianista, miedosa al cambio...Pero, nunca, nunca, nunca votaré por ése señor, no me da nada de confianza y pienso que haría más mal que bien. No me gusta su manía de querer dividir al pueblo.

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