Fríos y refríos...

Quien viva en la Ciudad de México y zonas aledañas, Toluca, Pachuca, Puebla, entenderá cuando les diga que está haciendo un chingado frío que cala los huesos, evita que te actives adecuadamente y que es puerta a las enfermedades de las vías respiratorias...

Nuevamente, en "alerta por la influenza", la gente cubriéndose con lo que puede (y cómo no, nuevamente comienzan a aparecer los cubrebocas recuerdo de la "epidemia" de influenza del año pasado), las familias en situación de pobreza haciendo lo que pueden para entrar en calor (y no duden que comiencen las noticias que familias enteras murieron asfixiadas por usar anafres o fogatas dentro de casas), los gobiernos estatales están medianamente preparados para hacer frente a las necesidades de los indigentes y personas de escasos recursos, pero seguramente se verán rebasadas, la clase media compra chamarras y sweaters, y los ricos viajan de vacaciones a lugares más cálidos y soleados.

Yo estoy en contra de la teoría que existe un calentamiento global, es más, dudo seriamente que los cambios climáticos sean debidos a la acción humana. O al menos, no todos. ¿Por qué? Muy fácil: todos éstos cambios ya se han presentado en otras épocas geológicas, de hecho me adhiero a la teoría que un par de millones de años antes de la primera era glacial existió un aumento de temperatura sin precedentes por que el planeta había sido afectado en su órbita por el meteorito de Chicxulub, ése que causó (hecho descubierto por un astrofísico, orgullosamente mexicano) la extinción masiva de los dinosaurios hace 65 millones de años, minutos más, minutos menos. La variación de la temperatura del planeta es cíclica, tras un aumento sustancial de ella, de repente se entra en la fase contraria, es decir, una era glacial que estabiliza el equilibrio de temperaturas para comenzar nuevamente. Y como se expone en la película "The Day after Tomorrow", la acción de equilibrar las temperaturas PUEDE SER muy violento y no dar espacio de preparación a la Humanidad.

Por lo pronto, no duden que la primavera y verano del 2011 sean calurosos y húmedos en extremo, para dar paso a un otoño e invierno casi extremos (más chinga para los veracruzanos, que espero hayan elegido bien a su nuevo gobernador, alguien más dinámico que el simio que los gobernó los seis años pasados), tanto o más que los que experimentaremos éste año..., y así, hasta que se restablezca el equilibrio metereológico. Los vecinos de Toluca y Pachuca, prepárense bien, les tocará la chinga en serio, a los pipopes, por mí se los puede llevar la trampa, el país estaría mejor sin ustedes. Mientras tanto, disfruto de un deliciosísimo café, calientito y un mollete..., ¿gustan?

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