De Pretextos y Justificaciones.

Últimamente (y que conste, no estoy en contra de ellos, solamente me son altamente indiferentes) se han dado muchas mal llamadas "tribus urbanas" que van desde el típico y hasta cierto punto "normal" punketo, pasando por el darketo hasta lo francamente ridículo como los "emos" o los "reggaetoneros", deplorables hasta la pared de enfrente y nefastos como pocos.

De los reggaetoneros poco bueno se puede decir, si evaluamos la pésima calidad de la música que escuchan; los ejemplares machos (excesivamente, diría yo) visten casi idéntico. Pantalones aguados, a media nalga, enseñando el resorte de los calzoncillos, zapatos deportivos de buena marca (o imitaciones, no les interesa mucho...), camisetas flojas, cadenas, dijes, anillos como para surtir una joyería baratera, pelo cortado al rape y "adornado" con rasuradas distribuidas para "resaltar" el corte, siempre escuchando cumbias o reggaetón en sus teléfonos celulares (Naquez pura, por cierto. No creo que a los inventores del celular multimedia se les hubiera ocurrido que semejante atentado a la Humanidad acontecería alguna vez.) a todo el volumen que sus pobres aparatejos permiten, tatuajes cuasicarcelarios (no sé en otros países, pero es casi indispensable que junto a un tatuaje de la "virgencita de guadalupe" se encuentre uno de la santa muerte...), anteojos oscuros y gorras ladeadas. En pocas y someras palabras, imitaciones pobrísimas de los negros raperos que fueron imitados por los reggaetoneros panameños, portorriqueños, salvadoreños, hondureños, dominicanos y etcéteras, todos subidos a fuerza de violencia o música pésima desde los más bajos barrios hasta la más escandalosa y efímera riqueza, y claro que sí, no podía faltar, al igual que sus ídolos caribeños o negros de los ghettos pobres, uno que otro anda armado con un arma de fuego de la que dispone con singular alegría cuando la opción se presenta. Pero los ejemplares femeninos son punto menos que un atentado a la vista: enfundadas (por lo que se aprecia, bastante forzado.) en "atuendos deportivos" que permiten observar sus generosas carnes desparramándose por los bordes del resorte de unos pantalones que dejan entrever gracias a lo pegado y apretado al cuerpo y a sus generosas nalgas planas que usan tanga "de hilo dental" o pantaletas de encaje, siempre acompañadas de una o varias amigas que les hacen juego, y las más de las veces de chamacos moquientos y mal entrazados, molones como pocos y que además sus madres educan a grito pelado, no importándoles si se encuentran en una iglesia, la calle o un transporte público. La imaginación sufre enormemente para encontrar belleza en semejantes entes, sobre todo en las mujeres obesas o con tendencia a la obesidad, mostrando pechos generosamente gordos y mal contenidos en brassieres que "levantan" lo que debería estar escondido a la vista, o al menos, pudorosamente sugerido en ropa menos estridente a la vista y personas menos llamativas. Podemos decir que a éstos entes o personajes te los encuentras CASI en cualquier lugar, pero abundan en los reclusorios (afuera algunas veces, y las más de las ocasiones, adentro.) sobre todo el día de visita al preso o la "visita conyugal"...

De los "emos", poco se puede decir. Estrafalarios, deprimentemente chocantes a la vista, peligrosos para sí mismos, azote de las buenas mentes clasemedieras (ésta "tribu urbana" tiende a desarrollarse en ambientes clase media baja, clase media media.), a diferencia de los reggaetoneros podría decir que tienen la curiosidad o necesidad o pretexto de ser estudiantes (los tales reggaetoneros son comerciantes ambulantes o en su gran mayoría, criminales en pequeño.), se juntan en espacios que han sido abandonados por otras tribus urbanas al subir al estatus de "elección personal" (en la Ciudad de México se juntan en la Glorieta del Metro Insurgentes, antiguamente utilizada por grupos homosexuales para reunirse.) y que entre otras lindezas, les gusta hacerse cortes en la piel hasta sacar sangre y generarse una cicatriz (mientras más "escandalosa" o visible, más estatus entre ellos.) y expresar sus sentimientos lo más ostentosamente posible, de ahí el identificador de "emo", por "emoción". Los ejemplares masculinos son indistinguibles de los femeninos; todos uniformemente delgad@s, maquillad@s, con los mismos peinados y adornos (bueno, eufemísticamente hablando), evitando en lo posible verse sexualmente atractivos, excepto para otro emo. Y hablando de sexo y preferencias sexuales, aparentemente es moda o requisito o imposición que o sean homosexuales declarados, o bisexuales o heterosexuales en fase de experimentación. Como sea, afortunadamente aún no les da por reproducirse, aunque no descarto ésa posibilidad a futuro. Basan su estética en las caricaturas "manga" japonesas, con personajes de rasgos y peinados imposiblemente increíbles, orejitas de gato montadas en diademas y sobre todo, sus sempiternas combinaciones de cualquier color considerado "feminoide" con el color negro. Podríamos decir que son "wannabe's" de los darketos, con la diferencia que los darketos tienden a ser más intelectuales (aún no he encontrado a un "dark" que no haya leído a Mary Shelley, Lord Byron o Manuel Payno, por ejemplo.), o también como émulos sin ganas de los punk y grunge que todavía sobreviven por ahí escondidos en el Tianguis del Chopo y siempre vendiendo el "Machetearte" o algún pasquín seudointelectual y de extrema izquierda.

Pero la verdadera motivación de ésta entradita en mi blog es hacer una consideración religiosa. Los reggaetoneros son profundamente católicos y/o cristianos (existe hasta el reggaetón cristiano, hágame el favrón cabor.), los emos presumen de ser ateos "por que así es la filosofía emo". Pero al interrogarlos superficialmente resultan ser tan ateos como un ladrillo, ostentando su "ateísmo" no pensado, no profundizado y tan mal informado que no son rival para nadie, ni siquiera para los predicadores que de vez en cuando se apersonan donde éstos entecitos se reúnen y que no dudo que logren cooptar para su religión. También justifican su homosexualismo o falta de identidad sexual (vaya usted a saber, y que para ésta entrada, francamente no importa.) escudándose nuevamente con la filosofía emo. Si al menos no buscaran pretextos para ser lo que quieren ser..., otra cosa sería; y bueno, hoy no tengo más ganas de escribir. Ahí les dejo el espacio y las dudas para que comenten, si quieren, claro está.

Y como siempre, se admiten y se publican opiniones en contra.

Comentarios

  1. De los reggetoneros olvidaste comentar sobre los reggetoneros macuarros y sus gorritas adornadas con diamantina (Digamos, uno o dos kilos de esa materia prima que usan los chamacos para los trabajos escolares) y los inseparables lentes oscuros que van cubriendo a dicha gorra (No se vayan a insolar las desgraciadas).

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  2. ¡dímelo a mi! como adolescente tengo qe soportar a todas esas personas que les gusta ''pertenecer'' a algún grupo solo para sentirse bien con ellos mismos;Deberían ser auténticos (ser auténtico no significa vestirse llamativamente para llamar la atención, es simplemente seguir lo qe tu corazón dice)

    :) excelente post!

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  3. Gracias, Anónimo (si me hubieras puesto un nombre, me dirigiria adecuadamente hacia tu persona), la intención de éste blog es hacer Humanos, personas de bien y expresar mis pensamientos.

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  4. Jelipe!!

    No recuerdo quien dijo: Buscan ser diferentes vistiéndose todos igual.

    para mi que son putos.

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  5. Pos sí, Mapache..., todos son putos y le van al América.

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