Quisiera ver el día…
Después de un “fin del mundo” fallido ( por octava ocasión en lo que va de mi vida ) y de reírme como descosido pensando en nuevas frases ingeniosas, concuerdo con la conclusión que The Amazing Randi ( James Randi, pues. Ilusionista, ateo, mago, científico práctico, desenmascarador de fraudes, donador de UN MILLÓN DE DÓLARES para quien demuestre sin lugar a dudas en condiciones de laboratorio controladas que los supuestos “poderes paranormales” existen y funcionan [que nadie ha reclamado, por cierto], etc. ) tiene como definición de “creyente”, a saber “la ovejita lista y dispuesta a ser esquilmada y sacrificada en beneficio de otros”. OK, yo llegué a la misma conclusión hace años, pero me he resistido a aplicarla a algunas personas, esencialmente por respeto. Pero ahora, ni éso tendrán. Sí, lo admito y estoy orgulloso de ello, soy soberbio, tanto de acuerdo a la definición que tienen las crédulas ovejitas saulofans pseudojudías del concepto, a saber, persona orgullosa y prepotente