Quisiera ver el día…

Después de un “fin del mundo” fallido (por octava ocasión en lo que va de mi vida) y de reírme como descosido pensando en nuevas frases ingeniosas, concuerdo con la conclusión que The Amazing Randi (James Randi, pues. Ilusionista, ateo, mago, científico práctico, desenmascarador de fraudes, donador de UN MILLÓN DE DÓLARES para quien demuestre sin lugar a dudas en condiciones de laboratorio controladas que los supuestos “poderes paranormales” existen y funcionan [que nadie ha reclamado, por cierto], etc.) tiene como definición de “creyente”, a saber “la ovejita lista y dispuesta a ser esquilmada y sacrificada en beneficio de otros”. OK, yo llegué a la misma conclusión hace años, pero me he resistido a aplicarla a algunas personas, esencialmente por respeto. Pero ahora, ni éso tendrán.

Sí, lo admito y estoy orgulloso de ello, soy soberbio, tanto de acuerdo a la definición que tienen las crédulas ovejitas saulofans pseudojudías del concepto, a saber, persona orgullosa y prepotente, como en la definición que se encuentra en el diccionario de la RAE. Sin tapujos y sin vergüenza, (ojo, nótese el espacio Lengua fuera) siempre los he llamado lo que son. Desmenucemos mi definición de cuatro palabras, sobre todo para los que no me conocen:

CRÉDULA: (Del lat. credŭlus). 1. adj. Que cree ligera o fácilmente en cualquier cosa que le dicen, por absurda e incomprobable que sea.
OVEJITA: Ésta es fácil. Las personas creyentes se comparan con las ovejas por la mansedumbre…, pero la comparación va más allá si profundizamos: Las ovejas son mansas, sí, pero también son pendejas. Siguen sin pensar a un cabrón (u oveja macho, pues) sin pensar y sin cuestionar, siempre andan en grupo, comen en grupo, viven en grupo, mueren en grupo. Además que no oponen resistencia cuando son trasquiladas para quitarles su lana. Y podemos seguir ad náuseam comparándolas y siempre perderán los creyentes…
SAULOFAN: Contrario a lo que TODOS los creyentes sostienen (intenté poner “muchos” para no generalizar, pero dudo fuertemente que alguno se haya tomado el tiempo, las ganas y la curiosidad para profundizar en los contextos reales y verdaderos de su religión), el profeta nazareno judío ajusticiado por los romanos llamado Yehósua Bar Yúsef AKA Jesús de Nazaret no fundó el cristianismo, ni sentó las bases ni mandó a predicar de dos en dos a los apóstoles ni tantas y tantas cosas milagrosas que dicen que hizo o dijo. No. El verdadero fundador, padre de la religión católica, protestante, similares y conexas es Saúl, AKA Saulo de Tarsus AKA Pablo de Tarso; sí señores, señoras, caramelos y bolitas, ése mismo, el que se la pasaba de tour por el Mediterráneo escribiendo cartitas, fundando iglesias y estafando y esquilmando a quien se dejara o no pusiera atención. Y si nos remitimos a los resultados, el diseño de Saúl sobrepasó el de Pedro, que definía un cristianismo más “judío” y dirigido solamente hacia los judíos, así como debería ser.
PSEUDOJUDÍA: Ahora resulta que los patos le tiran a las escopetas. Actualmente (y obviamente, sin referirme a los judíos ortodoxos por que ganan de calle) quienes respetan más el sabbath y las fiestas y el kôsher y el “jew way of life” son (redoble de tambores, por favor): los cristianos. Digo, al grado que los cristianos evangélicos fundamentalistas se escindieron en una “religión” llamada “judíos evangélicos”, cuya definición podría ser “un chaleco con mangas”, o “una bicicleta sin pedales” o “un perro felino”, o sea, UN TOTAL Y REVERENDO ABSURDO. ¿Quiénes están más preocupados por que se cumplan las leyes que se plasmaron hace 4,500 años en la Toráh judía? Los cristianos. Y con pseudojudía quiero englobar también a aquéllos protestantes (es decir, cristianos no católicos) que resultan más papistas que el papa y observan el sábado, no comen puerco, no mezclan fibras en su vestimenta…, y algunos (sobre todo los más “soft” respecto a su profundidad de estudio de religión) hasta dicen que muestran más piedad hacia los animales haciéndose vegetarianos o así.

Quisiera ver el día que la gente dejase de compararse con animales “perdedores”, quisiera ver el día en que los creyentes tuvieran los arrestos o los cojones o los huevos o la valentía (como ustedes quieran decirle) de algún día pensar por sí mismos y decirle “NO” a sus dirigentes cuando emiten alguna “ley divina” que solamente beneficia a los que están al tope de la jerarquía de su religión. Quisiera ver el día en que una crédula ovejita saulofan pseudojudía tenga la humildad REAL y suficiente para no hacerse llamar “hijo de dios” y aceptar que es un ser humano con fallos y defectos, muchísimos menos que aciertos y virtudes, quisiera ver el día en que “ellos” hicieran a un lado la soberbia (ésta sí, de manera negativa) de decirse y sentirse infalibles, santos y puros solamente por que dicen (hecho más que evidentemente falso las más de las veces) que siguen las enseñanzas de su profeta judío y le tendiesen la mano SIN PENSARLO NI ESPERAR RECOMPENSA a quien lo necesite, sea o no conocido.

Pero sobre todo, quisiera ver el día (lo admito, es un deseo perversito) en que reconozcan que están equivocados y viven en un error, y no solamente éso, sino que lo hacen de manera voluntaria y consciente.
"Si dos mil millones de personas creen fervientemente en un absurdo, eso no hace que el absurdo sea verdad"

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