I’m not a number, I’m a FREE MAN!

Iron Maiden–The Prisioner

 

La música siempre ha expresado lo que siento, y últimamente con éste desmadrecito que están armando los del #YoSoy132, me viene a la mente la ROLA de Iron Maiden “The Prisioner”, ya que en su letra hacen referencia a la novela de George Orwell “1984”. Yo no soy un número, no soy un prisionero,

¡¡SOY UN HOMBRE LIBRE!!

Y me pregunto, ¿qué sabrá un alumno de la Universidad Iberoamericana de las necesidades que pasa un joven para pagar sus estudios? O tal vez, una chava que estudia en la ITAM, ¿sabrá lo que es la presión de mantener a un hijo como madre soltera? ¿Un alumno del ITESM tendrá la conciencia de clase (concepto socialistoide muy de los 70’s) y se arremangará la camisa para sembrar al lado del campesino o trabajar al lado del obrero? ¡¡PERO POR SUPUESTO QUE NNNNNOOOOOOOO!!; al contrario, ésos muchachitos revoltosos no hacen más que repetir como tarabillas conceptos que aprendieron en sus clases de economía, o de ciencias políticas, no tienen la experiencia suficiente ya no digamos para aconsejar el cómo dirigir a un país, sino para dirigir sus propias vidas.

Yo estaría casi de acuerdo que éste movimiento “apartidista” y “apolítico” (por que no es ni lo uno ni lo otro) hubiese surgido en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, así como surgió el Consejo de Huelga de mediados de los 90’s, o en la Universidad de Chapingo, famosos por su compromiso político con las clases marginadas (aunque sea de dientes para afuera las más de las veces), pero al saber que sale de la Ibero, del ITAM, del ITESM… a mi gusto pierde credibilidad, fuerza y potencia. Y menos les creo cuando me entero que les han pegado a Enrique Peña Nieto (arteramente, sin previo aviso, deleznablemente a mi juicio), a Josefina Vázquez Mota y hasta a Gabriel “Quadri-Güiri” Quadri de la Torre (el más taradito y menos preparado políticamente), pero “casualmente” no han criticado con ésa misma mala leche a Andrés Manuel López Obrador; y que con ésa misma casualidad se han hecho eco de las propuestas amloístas más vitriólicas y sin sentido; ¿un tercer debate, para qué, perdón? La respuesta es más que obvia, darle espacio a López Obrador para terminar de posicionarse a base de mentiras, engaños, información sesgada, “chicuelinas” a las preguntas incómodas (el fiasco de AMLO en el programa de “Tercer Grado” seguirá siendo tema hasta después de las elecciones, seguramente) y sobre todo, de tener un escaparate “a modo” para lucirse en detrimento de sus contrincantes y del país entero.

 

Me pregunto, en seis años, ¿qué harán los integrantes del #YoSoy132? ¿Estarán trabajando en una oficina de lujo en alguna torre de oficinas como esperan al terminar su carrera? ¿Dirigirán una empresa o un negocio heredado? ¿Coche, casa, yate, lujos, “gadgets”, drogas, alcohol? ¿O estarán haciendo algo por el país que tanto critican sin proponer? A veces, me gustaría tener una bola de cristal para adivinar y preveer las respuestas a tantas preguntas que me han surgido respecto al futuro, pero soy realista y sé que éso es imposible. De lo que si estoy más que convencido es que ésos muchachetes barbajanes no estarán trabajando en una fábrica o en el campo.