Los "nuevos" hijos y los "viejos" padres.

Últimamente, ha hecho furor en Internet el vídeo de un padre que le vacía una pistola calibre .45 a la laptop de su hija, haciéndola POMADA, nomás por que la niña había tenido la humorada de expresar su desacuerdo con sus tareas en casa. Mal que bien, mis padres me enseñaron que debía esforzarme y luchar si deseaba obtener algo en la vida, una educación, un auto, una casa, lo que sea. Tal vez he seguido ésa enseñanza, tal vez no, pero también me enseñaron a ser humilde y aceptar mis errores. Pero a los adolescentes de ahora gracias a la estúpida frase ésa de "yo no quiero que mis hijos sufran lo que yo sufrí" expresada por muchos padres se han convertido en tiranos de sus familias. "Quiero un iPod" y el iPod aparece aunque la familia deba quedarse sin comer una semana, "quiero una consola de videojuegos" y la tal consola es adquirida de inmediato aunque el padre y la madre deban trabajar horas extra dos meses seguidos para pagar el caprichito, que seguramente vendrá seguido de "quiero videojuegos para mi consola nueva".

Y no falta la chamaca quinceañera que diga "NECESITO ir al concierto de tal cantante", organizando escenas de histeria de tal calibre que no se veían desde la época de The Beatles..., y hubo chamacas quinceañeras que ofrecieron su virginidad a cambio de un boleto para tal concierto (obviamente, uno que otro vivillo a cambio de boletos verdaderos o falsos se hizo de una virgen desesperada), haciendo sufrir a los padres que ni siquiera de reventa alcanzaron los boletos. ¿Que la niña quiere una fiesta de quince años que rivalice con la boda del Príncipe Guillermo de Inglaterra? Ahí tienen a los padres sobándose el lomo, haciendo economías imposibles durante años para darle el gusto a la chamaca..., y que al final del día, terminarán combinando con una boda apresurada por el civil y el pago de un parto, ya que "la nena" dió su "bracito a torcer" y salió embarazada de algún chambelán o amiguito o conocido (o en el peor de los casos) o desconocido.

Recientemente, el menor de mis hijos me salió con el chistecito que como su computadora ya "estaba muy viejita" y "no le servía", EXIGÍA que le comprara una nueva; a despecho de su petición, ya tiene 17 años, capacidad y necesidad suficiente para trabajar, ganar dinero y comprar su PROPIA computadora, a su gusto y a sus posibilidades económicas. Por mi parte, pretendo transmitir a nuestros hijos, mi amada Rosario, la enseñanza que me dieron mis padres: Sin esfuerzo no hay recompensa.

Comentarios

  1. y estoy totalmente de acuerdo, ademas, las cosas que mas nos cuesta trabajo conseguir son las que realmente valoramos pues estamos conscientes del esfuerzo que tuvimos que hacer para poder obtenerlas.. o no?

    Rosario

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  2. Lo que pasa es que eres un agarrado...

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