El Helicóptero de Navidad.
La cena de navidad de ayer (ojo, siendo ateo no celebro la navidad, ¿vale?) fue el culmen de un día de limpieza ajetreado y reconfortante.
La compra de los manjares que degustaríamos en la cena corrió a cargo del miembro más joven de la casa, mi hijo Israel, y como él tenía antojo de pollo, y no había presupuesto en la mañana para que me pusiera a cocinar, optó por acercarse a la casita del Coronel Sanders más cercana a la casa, adquirir una buena cantidad de pollo frito estilo Kentucky con sus acompañamientos, y disfrutar de una cena en familia (Abuela, padre, hijo y gata). Con lo que no contaba es que la persona que lo atendió o ya estaba muy cansada o de plano era estúpida, por que querían forzarlo a comprar un paquete más grande del requerido, y después de la consiguiente sesión de gritos y sombrerazos, le dieron lo que él pidió y que ya había pagado.
A la hora de la cena, nos dimos cuenta de la sutil y cruel venganza de la persona que lo atendió..., junto con UNA pierna, UN muslo y UN pedazo de pechuga, había dos pedazos de huacal y SEIS alas. Tomando con humor éste hecho innegable y para amenizar nuestra GLORIOSÍSIMA cena de navidad, comentó: "¡¡Pinche pollo, parece helicóptero por tantas alas!!". Y desde ahora, la cena de navidad del 2009 será siempre recordada al son de la "Cabalgata de las Valkirias" de Richard Wagner como la Cena del Pollo-Helicóptero.
La compra de los manjares que degustaríamos en la cena corrió a cargo del miembro más joven de la casa, mi hijo Israel, y como él tenía antojo de pollo, y no había presupuesto en la mañana para que me pusiera a cocinar, optó por acercarse a la casita del Coronel Sanders más cercana a la casa, adquirir una buena cantidad de pollo frito estilo Kentucky con sus acompañamientos, y disfrutar de una cena en familia (Abuela, padre, hijo y gata). Con lo que no contaba es que la persona que lo atendió o ya estaba muy cansada o de plano era estúpida, por que querían forzarlo a comprar un paquete más grande del requerido, y después de la consiguiente sesión de gritos y sombrerazos, le dieron lo que él pidió y que ya había pagado.
A la hora de la cena, nos dimos cuenta de la sutil y cruel venganza de la persona que lo atendió..., junto con UNA pierna, UN muslo y UN pedazo de pechuga, había dos pedazos de huacal y SEIS alas. Tomando con humor éste hecho innegable y para amenizar nuestra GLORIOSÍSIMA cena de navidad, comentó: "¡¡Pinche pollo, parece helicóptero por tantas alas!!". Y desde ahora, la cena de navidad del 2009 será siempre recordada al son de la "Cabalgata de las Valkirias" de Richard Wagner como la Cena del Pollo-Helicóptero.
Que suerte que no tienes que aguantar a la familia de mi mujer... por cierto, ya no me dio tiempo de hacer la capirotada :(
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