El Síndrome del Nido del Águila.

Creo que más de uno de ustedes ha visto ésos documentales acerca de la vida salvaje. Tiburones, lobos, águilas, depredadores contra cazadores, Los 10 Más y así..., yo soy un gran admirador de la vida silvestre y me considero "conocedor". Y específicamente hubo uno que la semana pasada me puso a pensar en las relaciones que llevamos en mi familia.


En resumen, dicho documental trató acerca de una pareja de águilas reales (Aquila Chrysaetos) en una recóndita región del Medio Oeste americano, sus vicisitudes y sus logros. Y el momento culminante, la puesta de dos hermosos huevos; obviamente de cada huevo nació un aguilucho, desvalido y cubierto de plumón blanco. Una de las cosas que me llamaron la atención es que dichos huevos son puestos con uno o dos días de diferencia, de tal manera que al menos uno de los aguiluchos es mucho más grande que su hermano. Y aquí comienzan los problemas. El más grande demanda con más fuerza y coraje la atención de sus padres, agrede al más pequeño, lo empuja fuera del nido, le hace la vida imposible y en ocasiones termina matándolo, ya sea por la agresividad de su comportamiento o simplemente de hambre. En el eventual caso que el segundo aguilucho sobreviva su infancia hasta lograr volar, será siempre un ave apocada y que seguramente morirá de hambre o en un descuido, ya que su instinto ha sido degradado hasta el punto de desaparecer.

Lo que me hizo pensar después de éste documental y tal como lo comenté con mi hijo Israel, es que las relaciones familiares de los Ortiz son así, una constante lucha entre hermanos para destacar a como dé lugar, donde las agresiones son visibles y muchas veces sí llega la sangre al río; donde los hermanos mayores les hacemos la vida imposible a los menores durante toda la infancia y parte de la adolescencia. En el caso de Israel y David, por mutuo acuerdo decidí separarlos para que no se agredan; de hecho, un par de moretones más que evidentes fueron una de las causas.


También, éste síndrome (Que seguramente no han detectado los psicólogos, o al menos, no se refieren a él con éste nombre...) afecta a las relaciones sentimentales y de pareja de los Ortiz. Relaciones tormentosas, ríspidas y seguramente violentas, hasta el momento en que encuentran a la pareja ideal y se estabilizan hasta lograr la felicidad. En mi caso personal, he experimentado con tres mujeres diferentes ése tipo de relaciones, pero ahora, más maduro y asentado como persona, he tenido la suerte y la fortuna de encontrar a quien será mi pareja por siempre y para siempre (Y obviamente, ella dice lo mismo..., creo [¡¡Es broma, corazón mío!!]), tal como las águilas mismas se comportan.

La etología es un área de estudio FASCINANTE, saber cómo se comportan los animales, cómo utilizan sus instintos y las armas con las que fueron dotadas por la naturaleza, cómo se adaptan a su medio hasta hacerse parte de él y aprovechar sus recursos de manera racional (Valga la expresión.) es una de las características que aprendí en los Scouts (Los de antaño, por que los actuales están casi al punto de la mamarrachez gracias al adiestramiento Scout "light" que les proporcionan.). Y claro, traspolar éso a la vida diaria te ayuda a poder lidiar con las personas que te rodean y hasta contigo mismo.