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Mostrando entradas de enero, 2013

Carta de un ateo a un religioso.

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Últimamente he tenido mucho tiempo libre, así que he decidido aprovecharlo y escribir este pequeño texto, donde tratare de explicar de una manera sencilla, por qué soy como soy y no sigo los lineamientos generales del pensamiento que impone nuestra sociedad conservadora. Me he dado cuenta de algo, mucha gente religiosa prejuzga a los ateos y dice mil cosas de  nosotros: que estamos en contra de la existencia de “dios” porque estamos resentidos con la vida, que nos creemos intelectuales pero que carecemos del entendimiento para entender a una supuesta deidad todopoderosa, que solo nos refugiamos en la ciencia y que carecemos de un pensamiento humanista que nos haga distinguir el bien y el mal, etc. Y en los jóvenes es peor, pues toman al ateísmo como una forma de rebeldía. Nos juzgan sin conocernos, así que comenzare hablando un poco sobre mí. Por principio de cuentas soy ateo por la simple y sencilla razón de que la idea de la existencia de “dios” me parece bastante absurda y carent

Del respeto debido contra el respeto merecido.

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¡¡Hey, usted, señor, señora, señorita (“seño” pá’no fallarle ), ¿a usted l@ respetan? ¿Respeta usted a algo, alguien? ¿Se considera dign@ de respeto? Me ha tocado muchas veces lidiar con creyentes que respetan aunque no estén de acuerdo en la postura atea de su servidor y de su amada esposa ( sí, el ateísmo se transmite por capilaridad ), y también, creyentes que exponen SUS ideas sin escuchar a nadie ni intentar mentalizar los argumentos de quien se opone a ellos, y son a los que llamo despectivamente ( y sólo por que soy educado ) CRÉDULA OVEJITA SAULOFAN PSEUDOJUDÍA . ¿Que soy intolerante? Sí, lo soy. Tan intolerante a la estupidez humana voluntariamente abrazada que me transformo en tigre herido cada vez que me toca lidiar con una persona que exhibe su tontería con orgullo. ¿Que caigo en el mismo juego que aquéllos a quienes desprecio? Posiblemente sí, probablemente no. Yo estoy dispuesto a jugar con sus reglas en su campo y seguramente con su público, y aún así, estoy seguro que