Los mexicanos y el trabajo.
No sé..., tengo mis dudas al tocar éste tema. Pocas personas que conozco tienen control sobre su trabajo y el tiempo que dedican a ello, y en ése rubro me incluyo. Los hay que solamente hacen "Operación Presencia", otros cuyas labores son de espera (choferes, mensajeros, etc.) y terminan aburridos del Solitaire de Windows o de leer el periódico, hay otros que llegan, hacen lo que deben y un segundo antes de la hora de salida están listos y prontos para salir pitando de la oficina, otros que prefieren trabajar de sol a foco compulsivamente..., los justos medios y la eficiencia en el trabajo no son muy comunes en México.
Me considero un trabajador eficaz, desde el punto de vista que me planteo una meta u objetivo a cumplir para el día, ya sea una cantidad 'x' de pantallas, horas de prueba, diseño o bien, finalizar un proceso que da problemas; agradezco infinitamente a mi último empleo formal que como parte de su programa de capacitación me incluyó en un curso de Programación Eficaz y del que he aplicado TODO lo que me enseñaron, y que dominé rápidamente el tema de herencia dentro de la Programación Orientada a Objetos para cumplir mejor mis labores y generar programas más eficaces. Y existe el caso contrario, conozco programadores que pasan más horas de las requeridas en una pantalla, que visualmente es como un cuadro de Boticelli, pero que no funciona como se espera o no funciona, de plano. Conocí a un programador de Clipper obsesivamente perfeccionista, tanto así que jamás liberó el sistema en el que trabajaba por que "no funciona como quiero"...
La legislación laboral para el área de sistemas es nebulosa en México (no sé en otros países, pero aquí estamos realmente en pañales sobre el tema), no tenemos el derecho constitucional de afiliarnos volntariamente a un sindicato (masivamente, al que quieras, a título personal olvídalo), no tenemos derecho a huelga, nuestros horarios y responsabilidades no corresponden al sueldo que percibimos, la diferencia entre géneros es abismal y muy notoria, pero sobre todo, se espera que demos el 150% a nuestras labores en las escasas ocho horas diarias que por ley debemos dedicar a nuestro trabajo. Para más señas, cuando estuve trabajando para una empresa multinacional afincada en Puebla (hace muchos años, de hecho, el siglo pasado) tenía la obligación de llegar al menos 30 minutos antes del cambio de turno de la planta ensambladora y la entrada del personal administrativo, y debía salir una hora después de "cerrar" actividades administrativas, tiempo que jamás me tomaron como tiempo extra, que no estaba consignado en el contrato que firmé y sobre todo, que en cuanto dejaba de cumplir era severamente criticado frente a mis compañeros de trabajo. Obviamente, renuncié y me regresé al D. F. renegando de Puebla y sus habitantes.
Otro ejemplo. Conozco de primera mano el caso del jefe que llega a las 11:00 de la mañana, periódico en mano, se sienta, lee un rato, enciende su computadora, chatea todo el condenado día, se la pasa aislado del mundo y de su entorno, sale a comer, a veces regresa, casi siempre no regresa, cuando lo necesitas para resolver tus dudas o presentar reporte nunca está, se la pasa en juntas imaginarias y sin importancia..., pero cuando tienes una pequeñísima falla, te regaña peor que a quinceañera embarazada.
Pero bueno, el Día Internacional del Trabajo ya pasó, yo debo dejar mis recuerdos a un lado y ponerme a hacer algo útil.
Me considero un trabajador eficaz, desde el punto de vista que me planteo una meta u objetivo a cumplir para el día, ya sea una cantidad 'x' de pantallas, horas de prueba, diseño o bien, finalizar un proceso que da problemas; agradezco infinitamente a mi último empleo formal que como parte de su programa de capacitación me incluyó en un curso de Programación Eficaz y del que he aplicado TODO lo que me enseñaron, y que dominé rápidamente el tema de herencia dentro de la Programación Orientada a Objetos para cumplir mejor mis labores y generar programas más eficaces. Y existe el caso contrario, conozco programadores que pasan más horas de las requeridas en una pantalla, que visualmente es como un cuadro de Boticelli, pero que no funciona como se espera o no funciona, de plano. Conocí a un programador de Clipper obsesivamente perfeccionista, tanto así que jamás liberó el sistema en el que trabajaba por que "no funciona como quiero"...
La legislación laboral para el área de sistemas es nebulosa en México (no sé en otros países, pero aquí estamos realmente en pañales sobre el tema), no tenemos el derecho constitucional de afiliarnos volntariamente a un sindicato (masivamente, al que quieras, a título personal olvídalo), no tenemos derecho a huelga, nuestros horarios y responsabilidades no corresponden al sueldo que percibimos, la diferencia entre géneros es abismal y muy notoria, pero sobre todo, se espera que demos el 150% a nuestras labores en las escasas ocho horas diarias que por ley debemos dedicar a nuestro trabajo. Para más señas, cuando estuve trabajando para una empresa multinacional afincada en Puebla (hace muchos años, de hecho, el siglo pasado) tenía la obligación de llegar al menos 30 minutos antes del cambio de turno de la planta ensambladora y la entrada del personal administrativo, y debía salir una hora después de "cerrar" actividades administrativas, tiempo que jamás me tomaron como tiempo extra, que no estaba consignado en el contrato que firmé y sobre todo, que en cuanto dejaba de cumplir era severamente criticado frente a mis compañeros de trabajo. Obviamente, renuncié y me regresé al D. F. renegando de Puebla y sus habitantes.
Otro ejemplo. Conozco de primera mano el caso del jefe que llega a las 11:00 de la mañana, periódico en mano, se sienta, lee un rato, enciende su computadora, chatea todo el condenado día, se la pasa aislado del mundo y de su entorno, sale a comer, a veces regresa, casi siempre no regresa, cuando lo necesitas para resolver tus dudas o presentar reporte nunca está, se la pasa en juntas imaginarias y sin importancia..., pero cuando tienes una pequeñísima falla, te regaña peor que a quinceañera embarazada.
Pero bueno, el Día Internacional del Trabajo ya pasó, yo debo dejar mis recuerdos a un lado y ponerme a hacer algo útil.
La organización laboral en México es una verdadera desgracia... no existe el verdadero espiritu laboral por parte del empleado (Tu sabes, empleados de mostrador apáticos que no saben ni lo que atienden) ni tampoco el aprecio por parte del empleador ... (Hago como que trabajo por que aqui hacen como que me pagan).
ResponderEliminarEso sin contar que muchos empleados llegamos cansados al trabajo por que tenemos que recorrer grandes distancias para llegar a nuestros santuarios laborales, lo que significa que llegamos hastiados y fastidiados y todo por que no encontramos una ocupación cercana a nuestro lugar de residencia (O si lo encontramos pero no nos pagan lo que creemos merecer).
Recuerda que Os Ama Ben Laden :P