Nada es verdad, todo está permitido.

Últimamente, me ha dado mucho por los videojuegos, específicamente la serie de Assassin's Creed (I, II, Brotherhood, y esperando ansiosamente el III) y que independientemente de todo el contexto de un juego de sigilo (aunque digan los autores que no. Definitivamente, el cumplir las misiones haciendo fiesta no ayuda en nada.) y de la carga histórica del contexto en que se desarrolla el 99% del juego (Las Cruzadas [no las de "pachequez"] en el caso del I, el Renacimiento en el caso del II y Brotherhood) y que parte del argumento es bastante atractivo para los amantes de la Historia y sus vicisitudes, tiene momentos que hacen de él una recomendabilísima forma de entretenerse y pasar un rato agradable. Pero no, la intención de ésta entrada no es expresar mi gusto por éste videojuego, sino comentar una de las frases eje del guión del juego.

"Somos Asesinos. Actuamos en la Sombra para servir a la Luz. Aunque otros Hombres sigan ciegamente 'La Verdad', recuerda NADA ES VERDAD. Aunque otros Hombres se dejen coartar por la Ley o la Moral, recuerda TODO ESTÁ PERMITIDO." pronuncia Ezio Auditore en el momento de ser nombrado Maestro de Asesinos en Assassin's Creed: Brotherhood (O AC:B para los cuates y fans), y de la cual podemos sacarle raja filosófica por un buen rato de tiempo antes de aburrirnos y comenzar a debrayar gachamente. Primeramente, actuar en la sombra para una persona normal es cotidiano, sobre todo en un planeta tan atascado de personas que resulta complicado destacar por méritos propios, al menos del lado de la Ley. Francamente, mientras no se tengan recursos económicos muy vastos, a la enorme mayoría de los Humanos vivir de nuestras ideas y trabajo propios es toda una odisea, agradable en la medida en que quieras hacerla agradable, complicada y a veces imposible. Pero servir a la luz, la del conocimimiento, la de la realidad pura y dura, la de eliminar supersticiones y ataduras sicológicas, éso sí que podemos hacerlo. Varias veces he expuesto en éste blog y en otros ciberespacios que la creencia en dioses y hadas y elfos y gnomos es solamente una expresión de la falta de madurez intelectual, moral, afectiva, emocional y social de personas que no pueden o no quieren creer en sí mismas y prefieren dejar en manos de un ente imaginario e inexistente toda su voluntad, vida y obra. No, lo siento mucho, ningún dios merece que mueran personas en su nombre, ni que se mate ni que se esclavice a nadie; tampoco una religión debe ser un yugo a la mente y el cuerpo de sus seguidores, o una fuente de corrupción antes que de guía. Sí, estoy en contra de todo lo que puede ser considerado "NORMAL" respecto al hacer y decir de la mayoría de las personas, simplemente por que sé que no existen los dioses, que las religiones están basadas en una mentira y que a fuer de ser sinceros, la gente pierde miserablemente su tiempo adorando al viento y llorándole a una pared. Nada de lo que enseñan las religiones es verdad, aún los preceptos morales que exponen pero no siguen, ejemplo claro, la próxima beatificación de Karol Józef Wojtyła AKA Ioannes Paulus PP. II. Quienes leemos sin apasionamientos inútiles el hacer y deshacer de la iglesia católica, estamos más que enterados que Wojtyla y sus secuaces protegieron a sacerdotes pederastas famosos (Marcial Maciel, por ejemplo) y no tan famosos, como ése sacerdote poblano que tras de abusar de 50 o más chamacos anda a salto de mata prófugo de la justicia mexicana desde hace 10 años, que éste mismo polaco se dió el lujo de "echar para atrás" una reforma al Lex Romanum para permitir a las monjas ser ordenadas sacerdotes, que protegió y alentó el trabajo de Agnes Gonxha Bojaxhiu AKA Madre Teresa de Calcuta en la recaudación de CIENTOS DE MILES DE MILLONES DE DÓLARES (El destino de éste dinero es tan incierto como la virginidad de Madonna, sólo puedo consignar por experiencia propia que ningún pobre se ha visto beneficiado por ésta recaudación.) por todo el mundo a "favor de los pobres y enfermos", dinero que jamás ha llegado a manos de ningún pobre, y menos ha aliviado las penurias de los enfermos que diariamente agonizan y mueren en los espacios que regentea la orden que ella fundó en la India.

Es triste que en éste tecnificado y adelantadísimo Siglo XXI (por cierto, siglo que muchos autores de ciencia ficción de los 40's, 50's y 60's vaticinaron como el nacimiento de la "Nueva Humanidad") aún exista gente pobre, sin dinero para comer, vestir, prodigarse un techo, sin trabajo, sin ilusiones, con hambre, sed y en pleno proceso de agonía y decadencia física. Gran parte de éste hecho innegable está dado por la educación "cristiana", esa misma que dice "así como ayudes al pobre, así me estás ayudando a mí", supuestamente pronunciadas por un profeta judío que fue ajusticiado por romanos..., y que podemos apreciar quienes vemos y vivimos la realidad, no se cumplen en lo absoluto. Yo quisiera tener a uno que otro evangélico o mormón o testigo de jehová para preguntarle así como ése dizque profeta preguntaba "¿y cuándo fue la última vez que ayudaste a tu prójimo?", pero no ayudarle dándole unas monedas o un pequeño trabajo eventual, sino arremangarse la camisa y PONER MANOS A LA OBRA..., y conociéndolos como los conozco, saldrán con mil y un versículos bíblicos, interpretaciones, reinterpretaciones y retruecaneos perfectamente estudiados para no contestar ésta y otras preguntas álgidas, dando como resultado un nulísimo "nunca". Tampoco los católicos están a salvo de ésta pregunta, antes bien los entiendo por que están cegados a poner en manos de sus sacerdotes toda su carga de culpa y conmiseración y dar una pequeña limosna que en nada ayuda a nadie, excepto al susodicho sacerdote para "manutención de la iglesia" y de uno que otro BMW blindado que les encanta ostentar en sus salidas pastorales. Dicen que el tal nazareno ése decía "siempre tendrán a los pobres, pero yo no estaré mucho tiempo con ustedes" como una justificación para no hacer nada a favor de sus Hermanos Humanos, y sinceramente, es patético escudarse en ésta frase o similares para hacerse de la "vista gorda" y ayudar realmente a los demás. Mi educación Scout sufre grandemente cuando una anciana suplica limosna a la salida de la iglesia a la que asiste mi madre y observo que NADIE se atreve siquiera a mirarla; mi ego se conduele de todas ésas personas que ostentando autos deportivos o de lujo evitan en lo posible dar dinero a las personas que se acercan a ellos en los cruceros o calles de la Ciudad de México (y en otras ciudades también, ¿verdad, Yanya?) y hasta les llaman "el problema de la gente pobre"...

Pero bueno, basta ya de quejarse. Tengo cosas más importantes que hacer que llamar por su nombre a éste tipo de personas: HIPÓCRITAS (y para usar palabras de su profeta nazareno.), SEPULCROS BLANQUEADOS. Ojalá algún día estén en ansiosa necesidad, acudan a mí y yo los mande a chingar su madre tal como se lo merecen.